domingo, 1 de junio de 2014

Vomitando arcoiris

Como teletransportarte a otra dimensión, como introspeccionarte ("me gusta la palabra introspección"), como crear cosas nuevas, como recreacionarte a ti misma, como crear magia, como tumbarte en la cama y no ver el cielo, sino algo mucho mejor, los árboles tocando el cielo, burlándose de ti porque nunca conseguirás ser más alta que ellos. Como ser un erudito, como depurarse por dentro, como hablar con la luna y de la luna, como sentir electricidad en las mejillas.
Es algo así como ser feliz con quien te rodea, con el mundo. Como saber que 1 + 1 suele ser 2, pero... y ¿por qué no 11? Es algo así como ataques de positivismo, como una energía latente que surge sin avisar y te invita a bailar, a gritar, a correr con libertad, sin miedo a superar límites prohibidos de velocidad.
Bien sé que los malos días pueden no haber acabado, y que por supuesto siempre los va a haber. Sin embargo hay formas y formas de afrontarlos. Puedes arrojarte a la corriente, desconsolada, con la única preocupación de seguir con el alma en carne viva al desembocar en el océano. 
Y también puedes comerte un paquete de chucherías tú sola, o darte un capricho y levantarte a las 12 del mediodía en plenos exámenes. Rodearte de tus amigos o quemar las malas vibraciones no sin antes tener claro cuáles son. Joder, no sé, simplemente controlar tu mente y que la mierda no se te suba hasta el cuello.

¡¡¡¡Os mando un ataque de positivismo como el que acabo de sufrir yo a todos los que han leído esto!!!!

     No es necesario mencionar su nombre; bonitica lunitica.